Después de las pequeñas
vacaciones que me he pegado, vuelvo al Blog y al trabajo, después de
la dejadez que ha sufrido esto ha sido entrar a trabajar y ya tengo para cuatro
entradas mas, adoro a mis viejitos. Todos comprendemos que los sentidos de
nuestros mayores, debido al paso del tiempo menguan. Sus movimientos se oxidan,
pero aunque parezca mentira sus cabezas todavía tienen gasolina para
rato.
Hija tengo que
llamar a Lola.
( ninonino nino
nino ninoninoní)
¿Sí?
- Pero si lo
tienes en la mano Carmen! , le dice una señora a otra a un metro de distancia.
Ya, he dicho
que tengo que llamar Dolores! No que me llames!
-
Hiiiiija, había entendido: "Llámame Lola".
No, no! Voy a
llamar...( Silencio).
Lola
hija! Llámame!
Como siempre
sublime, esta señora es de la clase "Teleoperadora" mencionada
anteriormente.Otra cosa que me encanta de estos tipos de clientes es la guasa
que llevan encima (algunos) se quejan por cosas realmente importantes y no se
ponen histéricos como cualquier clase media de mediana edad, he aquí
el ejemplo:
Hijo, tengo un problema. (De erección fijo).
- Dígame,
vamos a solucionarlo rápido. (Siempre les hablo así).
La calefacción,
no es por mí. Es mi señora hijo que esta hecha una
fiera, comprenderme.
- ¿Que
ocurre?
Hijo, tú crees que tengo que apagar
la calefacción porque es que sale frío! frío! igual o más
que en la calle.
- Vamos para
arriba, que todo mal sea ese!
Vamos hijo vamos, que esta hecha una Leona.
Cuando subo a
la habitación compruebo que efectivamente expulsa aire gélido, y
esta configurado para caliente. También tengo que decir que cuando
entro a la habitación me transporto a la Antigua Grecia y me
convierto en Perseo ante la Medusa, con tanto rulo en el pelo a modo de
serpientes y miradas petrificantes. A veces en tengo que jugármela a
una carta y para quitarle importancia al asunto y quitarle esa cara de
"okay..." al caballero, digo:
"Siempre
pensando en ustedes, sale frío para que no noten el cambio de
temperatura al salir a pasear señora".
Tengo un sexto
sentido para la gente buena y efectivamente, la señora se ríe, no sé si
por no llorar o porque le hace gracia mi comentario, pero se ríe. Al
caballero le digo que en dos minutos le cambio de habitación y otro
problema resuelto.
Y es que hijos míos, como dice el Sr.Lobo:
"Soluciono
problemas".
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